viernes, 30 de diciembre de 2016

Críticas en screener: Passengers


Passengers:

   Año 2050: Pues parece que al final, sorprendentemente, Rajoy, su primo, y los ministros de Ciencia y Tecnología de los últimos cuarenta años (sí, la Humanidad se ha vuelto tan imbécil por los efectos de diversos desastres que el PP lleva en el gobierno desde aquellos tiempos de lo que ahora se llama La Primera Crisis) no estaban en lo cierto. Y tras la Pandemia de la Jubilación en el año 2023, la Hecatombe de la Sanidad en el 2025, y el Holocausto de la Educación del año 2026, los pocos seres humanos que quedaron en posesión de sus facultades mentales y físicas más o menos intactas han de trazar un plan para huir cual Bisbal después de un dueto (no ha sido cuestión de ponerse demasiado exigentes al respecto, porque los búnkeres subterráneos se habrían quedado vacíos a pesar de estar diseñados tan sólo para una selecta élite de banqueros y políticos… Bueno, y las toneladas de prostitutas y cocaína que les permitirían la subsistencia hasta que la nube radiactiva provocada por la contaminación extrema se disipase)
   Es que la Calamidad de la Capa de Ozono, desaparecida en el 2034 en ambos casquetes polares y parte de los trópicos, ha provocado que ya ni bajo tierra se pueda vivir, porque las radiaciones penetran en el subsuelo hasta más allá del punto en el que se sitúan los búnkeres, y hay que buscar alternativas viables a la vida terrestre, o al final todos nos quedaremos como Mickey Rourke después de arreglarse. Pero claro, como la Destrucción Comunicativa Global del año 2042 nos había dejado viviendo (bajo tierra) como en la Edad de Piedra Tecnológica, la cosa no se presenta sencilla, por lo que se decide enviar una nave que quedó por ahí perdida en los terrenos del aeropuerto de Castellón con unos cuantos tripulantes metidos en una especie de supositorios gigantes llenos de cloroformo gaseoso, y que ya ellos se despierten cuando sea, y si sobreviven al colapso de la nave con lo que sea que se encuentren por ahí, ya que les vayan a buscar cuando hayan instalado un Mercadona o un Wall Mart o algo chino por ahí, que se pueda vivir.
   Pero como se debía haber sospechado, (que al fin y al cabo el material y la obra han sido preparados por la empresa Gotera y Otilio, S.A.) la cosa queda como que a medias. El Jimmy, un cani del extrarradio que se apuntó a la misión porque pensaba que estaban restaurando la Ruta del Bakalao, se despierta al cabo de unos años en medio del espacio, ¡en silencio! A los siete minutos de no encontrar el Botón de la Música Mákina está subiéndose por las agarraderas como los monos de Gibraltar por las cabezas de los turistas que no les dan plátanos.


   Al llegar a otra cámara, ve que hay otra persona, en concreto una de esas que se usan para lo de estrujarse el churro entre temazos del Dani DJ y Chimo Bayo, a la que tampoco le habían puesto suficiente cloroformo en el vaso de tubo, La Aura (sí, su padre era un poco tartamudo y el del registro un poco cabrón); y ahí que se despierta, entre Logroño y Alpha Centauri B248, con migraña pero con un hambre de las de comer y de las de hombre que es ver al Jimmy y olvidarse que cuando acabó la carrera su madre la compró un vestido de lunares. Y como de lo de comer no encuentran, pues lo que viene siendo el metraje de la película es ver al Jimmy escapando de los ataques salvajes de La Aura corriendo por toda la nave que por momentos te parece estar viendo una mezcla bizarra de Benny Hill y unas cuantas de las sombras esas del Grey, esos clásicos.


   ¿Que si llegan a algún planeta o algo, o si se mueren en el espacio, o de inanición en la nave mirando a la Cuenca del Infinito o qué? Pues chico, ni idea, es que llega un momento en que te da un sueño que es imposible seguir despierto viendo la película. Creo que tiene que ver con Gotera y Otilio S. A., y no sé qué de enganchar la salida de escape del cloroformo a la canalización de aire del cine, por ahorrar costes o algo de eso…


lunes, 26 de diciembre de 2016

FELIZ NAVIDAD



FELIZ NAVIDAD Y ESPLÉNDIDO AÑO 2017... NO DEJÉIS DE PASAROS CUANDO SE OS ACABEN LAS VACACIONES, ¡POR SI VOLVEMOS!

viernes, 23 de diciembre de 2016

Críticas en screener: Assassins Creed



Assassins Creed:

   Macanudo Calamidad Linchado (que ya sus padres con los apellidos podrían haber decidido no casarse, o por lo menos haber tomado precauciones para no concebir) está en la cárcel (nos ha jodido) esperando la muerte por malo de los de quitarles las piruletas a las niñas con faldas plisadas a la salida de los colegios de monjas, y luego empolvarlas en droga mal cortada y repartirlas a la salida de los colegios de niños pobres.
   Pero, en una presentación fílmica que no se ha visto nunca en la historia del cine, viene el millonario Cacho Riquin (aquí se comprueba que los apellidos son muy importantes, desmiéntemelo), presidente a la sazón de la compañía Abstenciones S.A. y le propone formar parte de un experimento invasivo que o le mata, o lo mismo también. Pero total, como lo que es para el mes que viene Macanudo no tiene planes ya, pues dice que sí. Claro que a lo mejor no lo hace por lo de que ya la muerte está ahí, y eso y tal, sino porque el experimento lo va a llevar a cabo la hija de Cacho, Cacha Riquin (en su pueblo la llaman Riquina, pero eso no es importante para la sinopsis, así que se puede olvidar), que está buena como para clonarla dos veces, por si la primera no te lo crees.


   El caso es que la cosa va de buscar en el ADN de uno, a ver si ha tenido antepasados molones en su árbol genealógico, y a costa de volver un poco tontaco al huésped permite acceder a los recuerdos de dichos antepasados; vamos, que esta gente se debe haber olvidado que cuando había libros en papel existía la Espasa Calpe. ¡Y lo que mola ver en directo a tu abuelo hacer el ridículo ligando en la plazuela del pueblo…!


  La cosa es que resulta que los antepasados de Macanudo son la rehostia bendita sin santificar, y la peli se convierte en una verbena, ya que gracias a la magia del ADN Macanudo podrá experimentar las aventuras de su antepasado Aguililla Negra, un asesino miembro de la hermandad secreta de los Asesinos (originalidad pura, el nombre), en la época de la Inquisición, al que le gusta mucho tirarse de torres que se va encontrando por el camino.



   También se descubren otros antepasados de Macanudo, que protagonizarán alguna de las secuelas que ya se preparan de este exitazo, como “Assassins Creed 2: El limpialetrinas de Alejandro Magno”, “Assassins Creed 3: El sujetahuevos de Colón”, o “Assassins Creed Origins: Julio Iglesias”.

jueves, 22 de diciembre de 2016

Se suicida la señora protagonista del anuncio de Navidad de la lotería de este año




Se suicida la señora protagonista del anuncio de Navidad de la lotería de este año:


Carmina Fuentesdeoro, la anciana protagonista del anuncio de la lotería de esta Navidad, ha sido encontrada muerta hace escasos minutos en su casa del pueblo de Torremocha de los Ladrillacos por miembros de su familia. Efectivos de la Guardia Civil, la Policía Nacional y el Samur han acudido lo antes posible al domicilio de Carmina, pero tan sólo han podido certificar su deceso.
Al parecer, el primero en personarse en el salón de la casa ha sido el nieto, que ha desayunado y se ha ido a la biblioteca del pueblo de al lado en bicicleta, sin percatarse que en el sillón se encontraba su abuela muerta. “¡Yo qué sé, pensaba que estaba haciendo un mannequin challenge mientras veía la tele!”, ha declarado el joven. Poco después se levantaba su hijo, que al llegar sí que se fijó en que su madre no se movía. “Bueno, sí, en eso y en los cuatro o cinco botes de pastillas vacíos que había en el suelo… ¡A lo mejor nos pasamos con la broma de hacerle creer que era millonaria!”, ha dicho a la policía.
Por lo visto la señora encendió Telecinco, como cada día, esperando encontrarse algún resumen de Gran Hermano o escenas desarrolladas de Sálvame, y se encontró a Pedro Piqueras informando de las personas disfrazadas que se encontraban haciendo cola en el salón de sorteos, a la espera que abran las puertas para que comience el sorteo de lotería de Navidad de verdad, y no pudo soportarlo.

“Bueno, sí, esa es una línea de investigación”, declaró el portavoz de la Guardia Civil. “Y también que se puso muy nerviosa por los millones que deja a deber en droga, boys, el yate y el chalet en Saint Moritz que ayer adquirió durante los festejos que le preparó su pueblo. Lo sospechamos por la nota de suicidio que encontramos en su regazo, algo así como ‘ahora os jodéis y lo pagáis vosotros, ¡hijos de puta!’”.

viernes, 16 de diciembre de 2016

Críticas en screener: Rogue One, una historia de Star Wars



Rogue One – Una historia de Star Wars:

   María Juana de la Eso es una adolescente de las del montón: Se va de botellón todos los jueves por la noche a un polígono de una ciudad al sur de Madrid, se endroga viva y siempre que vuelve a casa pintando las paredes con los restos del maquillaje le dice a su madre que la culpa es de Pablo Iglesias. Vamos, una nueva rebelde de las de libro de autoayuda dentro de una familia de lo más tradicional. Pero claro, está buena de las de ponerle un cartel con una nota de más de 8, así que puede protagonizar su propia película americana de las de presupuesto millonario, rodeada de secundarios disfrazados que nadie sabe quiénes son, y que de mayores pondrán en su CV que han sido “peluche nº 4” en la escena del planeta “Cacharroraaan”, llorando como madalenas para suplicar que les den un papelito en la última serie de Resines.


   Mona Mona (nombre y apellido, que su padre era un poco hijoputa), que siempre se viste de seda y ostenta el cargo de lideresa de un grupo secreto de la sede de Génova 13 (no confundir con la Rue del Percebe, en ésta sólo hay UN LADRÓN), le ha confiado el mando de un importante cometido: Quiere robar la Estrella Podemita de la Muerte, la nueva y destructiva arma del Imperio Perrofláutico para poder derrotarles del tó en las próximas
Elecciones Galácticas.
   Esta es una nueva arma antisistema, para ser blandida en manifestaciones radikales, que consiste en una bandera enorme de fondo negro con una estrella roja pintada, y dentro la “A” de “Anarkia” rodeada con el círculo morado de Podemos.


   Como parece que la ley que permite a los antidisturbios apalizar perroflautas tan sólo con que parezca que se estén manifestando (vamos, cuando haya dos o más juntos en cualquier lugar) puede ser revocada, y por si no les da tiempo antes, deciden enviar a María Juana con un equipo especial con la idea de hacerse con la bandera y quemarla en el próximo aquelarre de Esperanza Aguirre.


   La jovencita, cómo no, contará con ayuda, que siempre viene bien tener secundarios a los que matar, pues la prota debe sobrevivir y no es plan de no matar a nadie en toda la película, aunque sea una de Disney (y si no, ahí está la madre de Bambi, y eso que no sabemos nada de su padre…) Y ahí que van unos cuantos canis, que piensan que van a echarse un polvo espacial, a saber: El Capitán Casita D’orr (que en los planetas con atmósfera de nitrógeno se vuelve gangoso, nadie sabe por qué), el piloto Boborock (que sabe manejar doscientos veinticuatro tipos de naves distintas), el monje ciego Churruti Zubiri (que participó en la última edición de Universovisión, quedando penúltimo) y por último su novio “el Badmaño” (que todos piensan que él lo pronuncia mal y es para darse tono pareciéndose a Batman, pero es porque su padre era de Badajoz y su madre de Zaragoza)
   Con ese percal dentro de una nave recorriendo planetas buscando la banderola, a los quince minutos el novio se ha liado con una o dos de las azafatas de la nave, al piloto le han intentado asesinar catorce veces tras la tercera reproducción de su éxito Universovisionero, pero como no pueden porque nadie más sabe pilotar y no hay piloto automático, le cosen la boca con grapas del quince. Y al monje ciego sí que se lo cargan para que pare de contar chistes del planeta “Lepetooine”. Vamos, que Mari Juana se queda sola, pero así le es más fácil infiltrarse entre las masas cuando encuentra una de esas manifestaciones en torno a la Estrella Podemita de la Muerte, y consigue robar la bandera.



   Lo que pasa es que la Estrella es “Made in China”, y hay como doscientos millones más de unidades, pues en realidad el robo resulta un mojón de calibre planetario; pero eso los de Génova no lo saben, y tan felices que reciben a su pequeña heroína pensando que las próximas elecciones ya sí que las ganan de calle en el Imperio Universal (no quieren usar las siglas, porque I.U. les da como mal rollo) y Mari Juana, para celebrarlo, se va de after con los antidisturbios (sí, con todos…)

viernes, 2 de diciembre de 2016

Críticas en screener: Vaiana


VAIANA:

   María de las bayas es una chiquilla toda morena y dicharachera, que se viste con cuerdas de cáñamo y hojas de palmera, porque ella vive en una islita pequeñita del Océano Pacífico en los tiempos de Maricastaña, y claro, por aquel entonces no había Callejeros Viajeros, ni cruceros Balearia ni nada de eso, y en sus islitas los oriundos se encontraban bastante aislados en sus propias comunidades, con sus gallinas y sus cerdos, que los animalicos vivían como Dios allí, porque como no había nada más para comer, los cuidaban que da gustico de pensarlo, para que no se extinguieran.


   Pero los mozos de la tribu de Maribayas son todo lo contrario de lo que se entiende por guapos, vamos, que algunas veces los que hacen los sacrificios de los cerditos para proveer de comida a la aldea han de preguntar primero para ver si responden, porque si no es que se han equivocado y han cogido a algún pueblerino por el pescuezo para darle matarile. Por eso, Maribayas decide hacerse a la mar con un pollo que tiene de mascota y una barca de palos de madera, así, a lo loco, aunque su paaapa, que a la sazón es el jefe de la tribu (que otra cosa no, pero princesas en Disney parece que hay más que yonkis y putas en los extrarradios) le prohíbe que salga. El típico “¡quien quiera verte, que venga a la casa!”, pero claro, que dicho en una isla del tamaño de un melón mediano, y con los vecinos más cercanos a un par de meses en barcaza si el tiempo no va más allá de la marejadilla, pues se va a hacer largo.
   Y allá va ella, con su pollo mascota Kikiriki, a cruzarse los mares en busca de un mozo con los brazos como troncos de cocotero y el pecho para pintar murales rupestres, y esas cosas del interior que tanto buscan las mozas, como todos sabemos. A las dos horas Maribayas ha hundido la barca y está a la deriva montada en el pollo, que nada lo que puede, y se encuentran a Mondongo, un mozo pescador con una planta que los peces se le suben solos a la barca palmeando con la cola, y los rescata.


   Maribayas le explica su misión, y se pasa media película haciendo el imbécil, metiéndose en lugares a los que no van ni los calamares a esconderse de los peligros que hay, buscando su príncipe gitano. Cuando ve que con eso de la poca población y la endogamia los príncipes casaderos de todas las islas en varias semanas a la redonda de su casa son como Jaime de Marichalar pero sin la ropa chillona (en casi todos los casos, que una de las tribus hasta tiñe las hojas de palmera para vestirse, dejémosla ir…), Maribayas se vuelve a su terruño toda triste, hasta que un día se cae al mar por error y descubre que la cara se puede lavar y se quitan las legañas, y cuando mira a Mondongo con los ojos limpios por primera vez en su vida, se le caen las cuerdas de cáñamo de la impresión, y se humedece como los cocos por dentro, que se rompen y se puede beber cosa mala.


   A su padre le dicen que Mondongo es un príncipe de un país lejano, al que llaman “Ingles de tierra” (nota del autor, de aquí viene el nombre de Inglaterra, ahí lo dejo y me hincho como un pavo), y unos cuantos años después los tienen que echar de la isla por la superpoblación de hijos, que los tíos no paran de… ¡¡¡Perdón, que esto es una peli de Disney!!!