viernes, 18 de noviembre de 2016

Críticas en screener: Animales fantásticos y dónde encontrarlos


ANIMALES FANTÁSTICOS Y DÓNDE ENCONTRARLOS:

   La cosa va de que Newt Scamander (para qué molestarnos en inventarnos un nombre después de esto, ¿no?), un buhonero que vende pelucas y pulseras Power Balance (bueno, y búhos, evidentemente) lleva escondiendo toda su vida que en realidad es un mago (bueno, y escondiendo un par de Penthouses en un doble fondo en la maleta, también, e-hem…) y ha engañado a todo quisque desde que salió de parvulitos con sus historias. Ha acumulado una serie de pagarés de dudosa procedencia, y ha llegado la hora de huir a un paraisito fiscal de esos sin extradición mágica, porque oye, esto no es como lo de Roldan o Mario Conde, aquí estafas a un mago chungo y te llevan a Azkabán en pedacitos vivos, pa joder.
     


   Así que Scamander va a coger un billete para las Islas Caimán y ya ves tú qué cosas pasan, que se le cruza una brujita llamada Porpentina Goldstein (definitivamente, vacaciones para el inventor de nombres absurdos en estas críticas, ¡nos lo dan todo hecho!), el pollo se distrae, y le dan un billete para Nueva York, que como todo el mundo puede comprobar son dos nombres que se parecen mucho. Así y todo, como el chaval está enchochao, no se entera hasta que va la Estatua de la Libertad, y se le hace el culo Popitas pensando en la cantidad de magos a los que ha estafado que viven en la Gran Manzana y le quieren hacer pupita de la mala.
   Pero como todo buen buhonero, Scamander tiene un par de ases bajo la manga que le pueden garantizar salir vivo del episodio confuso, y poder huir con su enamorada Porpentina: De su maleta saca todos los búhos con las pelucas puestas, y unos cuantos Scolondroplastus, y siembra el caos en la ciudad (bueno, vale, los Scolondroplastus sí que son un nombre inventao, porque aparte de los búhos con peluca sólo puede soltar un par de chinchillas que llevaba de mascotas de estraperlo, pero había que intentarlo); aprovechando que todos los magos se dedican a capturar a tan extraños y excepcionales animales, para que la sociedad muggle (los gilipollas, en nuestro idioma) no se entere de que conviven con magos, y porque están obsesionados con Pokémon Go porque les da puntos para sus casas, Scamander y la Porpen huyen cual inmigrantes cualesquiera por la frontera de México en busca de mejores pastos. Que ya habría que ser tontos para que los muggle no se hubieran enterado nunca de la existencia de la magia, y por semejante payasada que se descubriesen, ¿no?


   Bonus: Quedaos tras los créditos, avisados estáis. La mejor escena de la película es la del final. Porque los magos americanos tardan como siete segundos en descubrir el truco de los búhos con peluca, y enganchan a los protagonistas justo en la misma línea de la frontera, gracias al recién estrenado Muro Láser creado por el Presidente Trump. Los segundos en los que los hacen pedacitos son pura poesía para la vista. No se lo dejéis ver a menores, que luego hay multas.

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