viernes, 5 de mayo de 2017

Críticas en screener: El círculo



El círculo:

   Mae Chopupa siempre ha querido trabajar como asalariada en el Círculo de Los que hacen como que leen, que es una empresa de informática de Internet que en realidad no tiene nada que ver con la lectura, pero como que aprovechó el tirón del nombre de la empresa cuando esta quebró y ya tenían las estructuras hechas. El ahorro en becarios no es moco de pavo, que en la época en la que tiene lugar esta historia, ya no gobierna Rajoy, y parece que los sueldos vuelven a ser más o menos dignos para un chaval que está empezando. Así que cuando Mae recibe la llamada para comunicarle que la han contratado, está a puntito de hacerse pis encima como los perrillos pequeños por los pasillos cuando los llevan a una casa por primera vez.


   A primera vista, la empresa parece la leche, porque ofrece lo mismo que Tinder o Badoo, pero poniendo tus preferencias para rechazar a los feos directamente en lugar de molestarte en darle con el dedo a la pantalla. Un adelanto sublime en la tecnología para el ser humano de la época, vamos, la evolución padre. Eso sí, tanta modernidad y el estar a la última exigen un sacrificio, por lo que el sistema también se preocupa de encadenar dichas operaciones con pequeñas transferencias al banco desde la cuenta del usuario, nada, futesas de apenas un par de cientos de maravedís cósmicos (la moneda oficial del año en cuestión). Además, la charla de Jorge Cuadrado, a la sazón el líder de la sect… de la Organización el día en que entran a formar parte de semejante gigante es un hito en sus vidas, como cuando se te llanaban las vidas del Candy Crush sin tener amigos para pedir.


   Y claro, al principio Mae está entusiasmada porque tiene en su mano los perfiles de todos los adonis de la red, y encima en los descansos de su curro sus compañeras y ella hacen competiciones de rayuela y pídola, que por lo que parece se han vuelto a poner de moda, por lo de hacer eso que en el siglo XXI se llamaba ejercicio. ¡Cómo eran, los del siglo XXI!
   Pero claro, lo que parecía fetén para encontrar novio no resulta tan sencillo, porque lo que para los tíos es un descarte automático, para las chicas no tanto. Al fin y al cabo, en una sociedad como esa, los tíos follan menos que los amigos de juventud de Julio Iglesias, y les vale todo, de modo que siempre dicen que sí a cualquier chica, y el sistema se vuelve loco intentando encontrar un método para filtrar a los babosos y quedarse con los hercúleos que no mienten en sus perfiles.

   La película es una dura crítica social al gobierno del PP en los albores del siglo XXI, como cualquiera con criterio podría apreciar. Y sale Hermione, que quiera que no le da valor para la juventud, que no hay que subestimar a la cantidad de adolescentes que tuvieron sus primeros escarceos onanísticos con la escena de la tercera película en la que enseñaba un pedacito de rabadilla. Un éxito de público y de crítica en sus dos primeros minutos.


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